
Venezuela: Maduro anuncia retiro de la OEA y los muertos ya llegan a 29

Incansables. Pese a las largas jornadas de protestas, los antichavistas siguen sus marchas. La tensión no disminuye. Peligro. Milicias o 'colectivos' son una verdadera amenaza.
Violencia. Marchas de opositores y chavistas se multiplican así como los enfrentamientos. El gobierno de Maduro ya anunció que iniciará el proceso para retirar el país de la OEA. Acuerdo de 19 países para tratar crisis enojó al régimen.
Ataque. Opositores también agreden a fuerzas del orden.
Caracas, acorralada e incapaz de defender la crisis que atraviesa ante el organismo regional más importante, ha cumplido sus advertencias. La canciller Delcy Rodríguez ha anunciado desde el palacio presidencial de Miraflores que Venezuela se retira de la Organización de Estados Americanos (OEA). Era una decisión cantada después de que el Consejo Permanente convocara una reunión de cancilleres para tratar la crisis política del país sudamericano sin la aprobación del Gobierno de Nicolás Maduro.
Venezuela ha invocado el latiguillo de la intromisión en sus asuntos internos para justificar su decisión y ha señalado a México como el ariete de un proceso que busca "tutelar" a su país. "Afortunadamente eso nunca ocurrirá, porque así está marcado en nuestra historia, nuestro presente y futuro". Rodríguez compareció en Caracas escasos minutos después de que 19 países miembros de los 34 de la OEA aprobaran por votación la convocatoria de la reunión para tratar la crisis venezolana.
Durará dos años
Venezuela denunciará la carta de la OEA este jueves y empezará el proceso de retiro, que durará unos dos años. Para que esa aspiración se concrete el país sudamericano deberá pagar casi 9 millones de dólares, aseguró a la agencia EFE el secretario de asuntos jurídicos de la OEA, Jean Michel Arrighi.
Mientras tanto, Venezuela sigue siendo miembro pleno con todos los derechos y organizaciones inherentes. Si se mantiene esta decisión se convertiría en el primer país en la historia de la OEA en apartarse por voluntad propia del bloque regional.
Fiel a su estilo, el chavismo ha querido convertir una derrota diplomática, que eventualmente terminaría de conseguir los 23 votos necesarios en la posterior aplicación de la Carta Democrática Interamericana, en una victoria moral.
"Venezuela no participará en lo sucesivo en ninguna actividad donde se pretendan posicionar el intervencionismo y el injerencismo de este grupo de países que solo buscan perturbar la estabilidad y la paz de nuestro país. Son acciones dirigidas por un grupo de países mercenarios de la política para coartar el derecho al futuro del pueblo de Venezuela", agregó la canciller.
Marchas no cesan
Mientras, la oposición y el chavismo volvieron a marchar en Caracas, los primeros contra el Gobierno y el Supremo y los segundos contra los actos de "terrorismo" que, aseguran, impulsan sus oponentes, al tiempo que se registraron tres nuevas muertes en el país, una de ellas en la capital.
Miles de chavistas, muchos de ellos estudiantes adolescentes y universitarios, marcharon por el centro de la capital y responsabilizaron a los opositores de la violencia y el vandalismo registrado durante las últimas semanas, que han dejado ya 29 muertes, y, según la Fiscalía, 437 lesionados y 1.289 arrestos. La movilización denominada "Marcha de la juventud por la paz y contra el terrorismo" culminó en el palacio presidencial con el anuncio de Maduro de aprobar un plan para desmovilizar bandas violentas.
Al mismo tiempo que se celebraba la marcha chavista, miles de opositores intentaron nuevamente dirigirse desde diferentes puntos de la capital a la Defensoría del Pueblo, para pedirle respalde la actuación del Parlamento contra los magistrados del Supremo.
Las fuerzas de seguridad impidieron; sin embargo, su acceso al centro y dispersaron nuevamente algunas de las marchas cuando llegaron a la autopista Francisco Fajardo, la principal arteria vial de la ciudad.
Expresidentes condenan violencia
Tres expresidentes latinoamericanos y uno español rechazaron la violencia que se ha generado en Venezuela y abogaron por resolver pacíficamente las diferencias.
Los exmandatarios Martín Torrijos (Panamá), Leonel Fernández (República Dominicana), Ernesto Samper (Colombia) y José Luis Rodríguez Zapatero (España) difundieron un comunicado en el que expresaron también sus condolencias con los familiares de las víctimas.
"El empleo de la violencia como forma de expresión política, cualquiera sea su origen o motivación, es condenable desde todos los puntos de vista".
